Saturday, June 04, 2005

no tan mal morirse para estar

Encuentro en un elevador

Sólo nosotros dos entramos en el elevador.
Nos miramos sin pensar en nada más.
Dos vidas, un momento, plenitud, beatitud.
Ella bajó en el quinto piso y yo, que iba más arriba,
supe que no volvería a verla jamás,
que nos habíamos encontrado en la vida sólo una vez,
que si la siguiera sería como un muerto,
y si ella volviese a mí
sería del otro mundo.

Vladimir Holan - República Checa.
Este poema pertenece al libro La gruta de las palabras (UAM, 1991; versiones de
José Emilio Pacheco).

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